Sala de Despiece 2 - Madrid, Madrid

Angel G.

Uno de los restaurantes más famosos de Madrid por cocinar los platos en la mesa y por cuidar los detalles. Si quieres salir sin hambre, tienes que pedir por lo menos 5-6 platos (si sois dos), lo que significa que el precio aumentará también. Hay algunos platos de la carta en los que viene más cantidad de comida y eso está muy bien.
Por otro lado, el ambiente muy bien, sin embargo hay mucho ruido de conversaciones y a veces la música estaba muy alta. Pero es lo que hay, no es una sala privada, sino una barra donde te sirven comida.
Repetiría, en ciertas condiciones. Sin duda mi plato favorito fue el dulce de postre.

Paola R.

Una experiencia única. Nos gustó todo muchísimo, desde el vino (veintisiete) hasta todos los platos.

La anguila de lo mejor, el rolex, la alcachofa, el cerdo y el postre con vino especial de acompañamiento. El servicio genial, quizás demasiado rápido entre plato y plato.

De precio, no es un sitio barato pero merece la pena la inversión.
Volveremos.

Michele D.

Empezamos con decir que, hemos reservado la sala privada y, ya esto, es todo un espectáculo. Nos ha gustado mucho el rollo, privacidad, la preparación de los platos delante de nosotros y, la amabilidad del servicio. La comida, muy rica y, con sabores peculiares y, diferentes de una comida en un restaurante cualquiera. Repetiremos sin duda alguna.

Adriana C.

Todo estuvo maravilloso y riquísimo: La comida, la atención, el lugar... Sólo que la música, para mi gusto, estaba un poco alta. La experiencia es novedosa, al menos para mí, ya que los platos terminan de prepararlos delante de los comensales, mientras explican los ingredientes y la forma de cocción. Volveré y lo recomendaré sin dudas!!

Carles R.

Buen restaurante en el centro de Madrid, decoración ambientada en una sala de despiece de carne.
Bastante informal y divertido. Recomendable platillos para compartir y dejarse guiar por los camareros.
Platos muy buenos y bien ejecutados. Destacar también que el emplatado se hace delante el cliente, un puntazo.

Mari C. R.

Servicio extraordinario, nos atendió Juan y fue todo un profesional y atento. La presentación de algunos platos son en vivo y directo, todo un ritual, merece la pena ir.

Edo S.

No voy a mentir: no tenía expectativas elevadas sobre este sitio. Ya sabes, cuando todo el mundo lo recomienda, ves mil vídeos en Instagram y piensas: “Otro sitio más de postureo”. Pero me llevé una grata sorpresa. Aquí la experiencia visual no solo acompaña a la gustativa, la potencia.

Los sabores son intensos, con ese punto ahumado que aportan los platos sopletados y que le da un toque muy original. Hay combinaciones que sorprenden, juegan con lo dulce, lo ácido y lo umami sin miedo. No es solo un festín para la vista, es un golpe de sabor bien pensado.

El ambiente es guay, relajado, sin pretensiones forzadas. Nos sentamos en la barra y fue todo bastante fluido, sin esperas eternas ni prisas incómodas. El personal, además, súper atento y con esa amabilidad natural que suma puntos sin parecer falsa.

Éramos cuatro, pedimos doce platos, cervezas y una botella de vino, y la cuenta salió bastante bien. No es barato, pero pagas por la experiencia completa.

Lo único que flojeó fue la carta de postres. Después de una explosión de sabores en los platos principales, los postres nos dejaron un poco fríos. No nos convencieron lo suficiente como para pedirlos con entusiasmo.

Conclusión? No es solo postureo, este restaurante merece la pena!

Diana F.

Simplemente brutal…
Llevaba tiempo queriendo conocerlo , ha coincidido el momento , y de verdad que ha superado los expectativas. Me ha encantado.
A parte el camarero que nos ha atendido solo llevaba un mes y ha sido exquisito . Le he preguntado el nombre porque quería hacer referencia positiva a su trabajo . Gracias Miguel. Has hecho que la experiencia sea redonda.
Volveremos seguro.